El cargo de Revisoría Fiscal
es obligatorio y opera por
mandato de la Ley para los
entes económicos que
reúnan los requisitos
señalados en la norma
respectiva.
La Auditoría se desarrolla
principalmente a partir del
entendimiento del entorno
de riesgos dentro de la cual
la entidad se desenvuelve.
La Revisoría Fiscal establecida en el Código de Comercio constituye una institución que se ejerce a través de la
figura del Revisor Fiscal y que tiene una importante responsabilidad de cara a los stakeholders, además de un
gran impacto en la sociedad al emitir su Dictamen. El Revisor Fiscal debe ejercer su función con independencia,
valores, profesionalismo e integrar un equipo de expertos en diferentes áreas para evaluar y mitigar riesgos con el
objeto de cumplir el alcance de lo establecido en las normas legales que regulan el ejercicio de su función.
AUDITORIA EXTERNA
La Auditoria se desarrolla principalmente a partir del
entendimiento del entorno de riesgos dentro de la
cual la entidad se desenvuelve. La adecuada
planeación y evaluación del control interno, permite al
auditor con total independencia enfocar su juicio y
criterio en aquellas operaciones y transacciones que
puedan afectar la información reflejada en los estados
financieros o poner en duda el principio de negocio en
marcha. Por tanto el auditor podrá emitir una opinión
sobre la razonabilidad de los estados financieros y/o
sobre aquellos elementos que a su juicio y criterio
sean relevantes para la toma de decisiones por parte
de los usuarios de la información auditada.